Estreno
sudamericano
Llega uno de los hitos de la temporada de ópera 2012
La ópera de Daniel Catán finalmente se estrenará
mañana en el Teatro Municipal de Santiago, con Plácido Domingo, como el poeta
Pablo Neruda, y Cristina Gallardo-Domâs, como Matilde Urrutia. Revisamos la
génesis de este proyecto, sus influencias musicales y sus semejanzas y
diferencias con la obra de Antonio Skármeta.
Maureen Lennon Zaninovic
1. El peso
de Skármeta
Repasar la
historia es fundamental para entender los orígenes de la ópera "Il
Postino", del fallecido compositor Daniel Catán. Mucho antes de su estreno
mundial en la Ópera de los Ángeles, la primera creación artística que abordó la
relación de Pablo Neruda y un cartero fue una cinta rodada, en 1983, por el
narrador chileno Antonio Skármeta, que por esos años residía en Berlín
Occidental. La bautizó "Ardiente paciencia" en alusión a los versos
de Arhur Rimbaud con los que el poeta recibió el Premio Nobel de Literatura:
"Sólo con una ardiente paciencia conquistaremos la espléndida ciudad que
dará luz, justicia y dignidad a todos los hombres".
El filme - protagonizado entre otros actores por
Marcela Osorio y Óscar Castro - fue filmado en Portugal con un bajísimo
presupuesto; lo que no impidió que rápidamente se convirtiera en una película
de culto.
"Esta cinta fue como reconstruir un modesto
Chile, democrático y tierno, estando ausente de mi tierra. Y creo que esa
huella de ternura y de humanidad marca profundamente la película", señala
el propio Skármeta sobre su debut en cine.
Posteriormente, "Ardiente paciencia" se
trasladó al papel (la primera edición de la novela en español data de 1985) y,
junto con ello, se convertiría en una de las obras literarias más exitosas del
narrador chileno. El libro hoy está traducido en 30 idiomas y ha sido adaptado
en numerosos países a la radio y al teatro. En su versión teatral,
"Ardiente paciencia" se estrenó en Chile en mayo de 1986, con Julio
Jung (Neruda), María Elena Duvauchelle (Matilde Urrutia), Amparo Noguera
(Beatriz) y Claudio Arredondo (cartero). Posteriormente, y con gran éxito, se
ha vuelto a montar en dos oportunidades más y por estos días gira por Chile
nuevamente con Julio Jung en el papel del poeta Premio Nobel 1971.
Y suma y sigue, porque en 1994, el director Michael
Radford volvió a llevarla al cine, esta vez bajo el título "Il
Postino" y con algunos cambios en la historia para nada insignificantes:
el poeta y el cartero no se encuentran en Isla Negra, sino en Italia y la
acción transcurre en los 50. El filme -que obtuvo cinco nominaciones al Oscar-
fue protagonizado, entre otros, por Maria Grazia Cucinotta, Philippe Noiret y
Massimo Troisi (este último falleció a pocas horas de consumado el rodaje).
Finalmente, el compositor mexicano Daniel Catán se
inspiró en todo este material para dar vida a un exitoso montaje lírico, cuyo
estreno mundial ocurrió en 2010 en la Ópera de Los Angeles, con Plácido Domingo
en papel de Pablo Neruda. El legenedario tenor -que encarnará al autor de
"Confieso que he vivido" desde mañana, en el Teatro Municipal de
Santiago- comenta a "El Mercurio" que él le "propuso a Catán
trabajar juntos en un proyecto lírico. 'Hay que pensar en un tema', le dije;
pero de inmediato me respondió que ya lo tenía listo: llevar a la ópera la
historia del filme 'Il Postino'. Y así partió todo".
2. Busque
las diferencias
En el marco del ciclo de conferencias "Tardes
de ópera en Vitacura", el crítico Mario Córdova recalcó que si bien el
montaje lírico se inspiró en la cinta de Antonio Skármeta y en su obra
literaria, en el libreto se aprecia una mayor influencia del filme "Il
Postino" de Michael Radford. ¿En qué se nota el vínculo con esta última
cinta? Córdova lo explica a través de una completa enumeración: "Primero
que todo, la ópera de Daniel Catán no está ambientada en los 70, sino a
comienzos de los 50, momento en que Neruda vivía exiliado en Europa. Segundo:
la acción no transcurre en nuestra Isla Negra, sino en Cala di Sotto, un pueblo
isleño de Italia y, junto con ello, se minimiza la relación del autor con la
historia de Chile: sólo en un momento el poeta se lamenta de las acciones
represivas hacia el fin del gobierno de Gabriel González Videla, en 1952.
Tercero: los nombres de la creación original de Skármeta aparecen
italianizados: el cartero Mario Jiménez es Mario Ruoppolo y su amada Beatriz
González se convierte en Beatrice Russo. Y Doña Rosa, que es la mamá de esta
última, en la ópera pasa a ser Donna Rosa y cambia su parentesco: ahora es la
tía de Beatrice. Finalmente, por el traslado a una época pretérita, en este
montaje lírico el escritor no muere". De hecho, en la cinta de Radford-al
igual que en la ópera-a Neruda se le permite regresar a Chile y, años más
tarde, retorna a Italia pero se encuentra con la sorpresa de que Mario ya había
fallecido. Un final, en todo caso, que no convence del todo a Plácido Domingo:
"Me molestó que el poeta, una vez que deja Italia, se olvide de la cálida
relación que tuvo con el cartero. Asume una actitud un poco arrogante".
Sin embargo, Skármeta le recordó al tenor, que la
novela original culmina en 1973 con la muerte del vate en los brazos del
cartero.
3. El
aporte de Catán
No se puede abordar la ópera "Il Postino"
sin destacar el trabajo y el sello que le imprimió el músico mexicano Daniel
Catán (1941-2011). Su exitosa carrera lírica incluyó, entre otros montajes,
"Florencia en el Amazonas" (inspirada en la obra de Gabriel García
Márquez): esta última le significó obtener, en 1998, el Premio Plácido Domingo.
Con "Il Postino", el compositor - tal como lo ha señalado la crítica
especializada - no se aventuró por una vanguardia musical, sino por un estilo
absolutamente melódico y tonal. "Se utilizan los mismos elementos
estructurales de la ópera tradicional, entre otros arias, recitativos, dúos;
pero en la dosificación de todos estos componentes abundan los recitativos, lo
que le da un estilo muy único a su ópera", aclara Mario Córdova.
Para el crítico de "El Mercurio" Juan
Antonio Muñoz, en tanto, definir "la música de Catán es difícil. Es un
híbrido que, de tanto que lo es, tiene carácter personal. Suenan mórulas 'a la
Puccini' y de pronto se descubren atmósferas 'a la Giordano' en 'Fedora'; los
personajes populares vienen tocados por la vara verista, vibra y ondula la
orquestación de Ravel; y hay notas impresionistas que sugieren a Manuel de
Falla".
El músico estadounidense Grant Gershon - quien
dirigirá la Orquesta Filarmónica de Santiago - comparte estas apreciaciones:
"Catán siendo un compositor contemporáneo, parece no serlo. Él tenía un
don único para generar melodías y esa cualidad cruza la ópera desde el
principio hasta su fin y hace que los personajes de 'Il Postino' sean muy humanos
y naturales".
Gershon también hace hincapié en el papel de la
orquesta y cómo ésta va generando atmósferas: "El mar es un motivo que le
da una identidad propia a la partitura y al libreto. En ese sentido, la
espléndida música de Catán refuerza los sonidos de las olas, las turbulencias
grandes y pequeñas del océano. Desde las primeras escenas en que Neruda declama
su 'Oda al mar', la música entrega una atmósfera muy estremecedora".
Y puntualiza: "El uso del recitativo es clave
para que la historia progrese rápidamente y de manera natural. Además, el hecho
de que 'Il Postino' se cante en español la hace mucho más accesible para los
auditores latinos; aunque no deja de resultar divertido que una ópera
ambientada en Italia, con personajes de ese país, se interprete en
español".
4. Un
pequeño destape
En el libreto resalta la ternura que siente Neruda
hacia Matilde, una relación que se palpa en el aria "Desnuda", que da
un instante para que la soprano chilena Cristina Gallardo-Domâs aparezca
fugazmente con el torso desnudo -algo que no muchas cantantes líricas pueden
permitirse- de forma sutil y elegante.
"Eso era una de las más grandes trabas, peros e
interrogantes de 'Il Postino'. Me propusieron hacer un desnudo muy elegante,
recatado y nada de grotesco; y acepté. Y la verdad siento que el resultado
quedó muy bonito, ya que se da en el marco de una contraposición de dos
parejas, de dos amores: uno más maduro (Neruda y la Matilde) y otro más juvenil
encarnado en Mario y Beatrice", precisa Cristina Gallardo-Domâs a "El
Mercurio".
La soprano chilena también destaca que, pese a que
el papel de Matilde Urrutia no tiene -a lo largo de esta ópera- un mayor
protagonismo, esa situación "hace que su desempeño vocal sea mucho más
exigente. Al final, uno debe estar siempre con los motores prendidos, con la
voz preparada para ingresar a escena e intervenir en pasajes que son realmente
muy difíciles y expuestos".
Y puntualiza que "Daniel Catán se dio cuenta de
que tenía que hacer crecer más a la Matilde Urrutia y estaba previsto estrenar
una nueva versión de 'Il Postino', en París, con una mayor participación de mi
personaje. Pero, lamentablemente, el compositor falleció antes de poder
concretar su sueño".
5. El
cartero superstar
Sin duda - tanto en su versión fílmica, como en la
novela y en su adaptación al teatro-, resulta conmovedora la relación que
entabla el cartero con Pablo Neruda y cómo, a través de los versos de este
último, logra conquistar a su amada Beatrice.
En el elenco internacional, el tenor estadounidense
Charles Castronovo da vida a Mario Ruoppolo. El cantante explica a "El
Mercurio" que parte del encanto de su personaje es que "es un
muchacho honesto, que pasa una vida muy sencilla en un pueblo italiano. Su
espíritu es humilde, pero también muy cálido y acogedor, por eso se lo suele
considerar adorable y genera una empatía inmediata con el público".
Castronovo agrega que si bien la figura de Pablo
Neruda adquiere un protagonismo innegable en la ópera, no hay que olvidar que
ésta fue bautizada como "Il Postino". "Y en ese contexto, mi
personaje va creciendo a lo largo de toda la historia y se transforma en una
suerte de esponja, que quiere asimilar todo el conocimiento y las
conversaciones que mantiene con el poeta. Esta progresión también se hace muy
evidente en la música, porque en las primeras escenas Mario tiene un fraseo muy
simple y hacia el tercer acto debe interpretar líneas románticas mucho más
dramáticas".
Al final de "Il Postino", Mario Ruoppolo
aparece como un espíritu, leyéndole a Neruda una carta de despedida "y
nuestras voces de tenores -la mía y la de Plácido Domingo- con sus distintas
sonoridades y colores, confluyen generando un momento musical muy conmovedor.
Para mí ese es el momento más bello de esta ópera", puntualiza Castronovo.
Coordenadas:
"Il
Postino"
Lugar: Teatro
Municipal de Santiago
Fechas: Desde mañana
hasta el 14 de julio
Director
Orquesta Filarmónica: Grant Gershon
Régie: Ron Daniels
Escenografía y
vestuario: Riccardo Hernández
Pablo Neruda: Plácido
Domingo/Vicente Ombuena
Mario Ruoppolo: Charles
Castronovo/Israel Lozano
Beatrice Russo: Amanda
Squitieri/Amanda Squitieri
Matilde
Urrutia: Cristina Gallardo-Domâs/ Cristina Gallardo-Domâs
Arquivo Adriana
- El Mercurio, Santiago, 08 julio
2012