Neruda perteneció
en cuerpo y alma al Bío Bío; tuvo y mantuvo profundos lazos familiares,
culturales, sociales y humanos con Ia región, durante más de medio siglo.
En Canto General,
dejó atadas su vida y poesía al Bio Bio:
"Pero
háblame Bio Bio / son tus palabras en mi boca / Ias que resbalan, tú me diste /
el lenguaje, el canto nocturno / mezclado con lluvia y follaje/Tú sin que nadie
mirara a un niño / me contaste el amanecer / de Ia tierra, Ia poderosa / paz de
tu reino, el hacha enterrada / con un ramo de flechas muertas, / lo que Ias
hojas del canelo / en mil años te relataron / y luego te vi entregarte al mar /
dividido en bocas y senos ..."
Neruda fue
continuador de Alonso de Ercilla en Ia poesía épica chilena, su atención estuvo
centrada en los espacios y tiempos de "La Araucana." Para el 90
aniversario del nacimiento de Neruda, Julio de 1994, Volodia Teitelboim,
ofreció una conferencia, en el Salón de Honor de Ia Universidad de Chile,
ocasión en Ia que desde el público, le pregunté: ¿A qué atribuye que Neruda, en
Canto General haya dicho que el Bio Bio le dio Ias palabras, el lenguaje? José
Miguel Varas, moderador del acto, reiteró dos veces mi pregunta - señal de que
Volodia no había pensado sobre el tema - hasta que respondió: "Neruda era
pro indigenista, igual que Gabriela Mistral y se sintió espiritualmente ligado
al Bio Bio, por su significado real y emblemático en Ia epopeya de Ia
conquista. Es donde comienza el reino de aquella etnia aborigen única, que
detuvo a los españoles por más de 300 años, primero en el Maule y después en el
Bio Bio, verdadero "cuco en Ia Corte" de Felipe II. No creo que esto
sea chauvinismo. EI Bio Bio es también un río definitorio de Ia nación, un río
símbolo en Ia guerra por Ia independencia. Y es el límite natural del hábitat
formador de Ia infancia y adolescencia de Neruda. Su obra está empapada de Ia
lluvia de esa región." (Archivo Darío Ulloa).
En el plano
familiar, Ia relación de Neruda con Ia región consistía no sólo en que nació en
Parral, aledaño a Ia Araucanía, (el poeta hablaba de su "Araucanía
natal"), sino también en que su padre, José del Carmen Reyes, después de
ser agricultor en el fundo familiar "Belén", de Parral, fue obrero en
Ia ampliación de los diques de Talcahuano; el dique N° 1, había sido inaugurado
en 1890, por el Presidente José Manuel Balmaceda. En el puerto, vivió en una
pensión, donde estableció relaciones amorosas con Aurelia, hija de Juan Tolrá,
- de origen catalán - y de Tránsito Cantos; de Ia unión de José del Carmen
Aurelia, nació Laura Regis hermanastra de Ricardo Eliécer Neftalí. Si bien,
Laura fue concebida en Talcahuano, nació y vivió en San Rosendo, donde José del
Carmen, conductor de trenes, Ias pasaba a visitar. Hasta que Laurita fue
llevada por su padre a Temuco, junto a sus hermanastros Rodolfo y Ricardo,
adoptando el apellido de Trinidad Candia, madre de Rodolfo, querida
"mamadre" de Ricardo y Aurelia, imposibilitada de materializar su
relación con José del Carmen, contrajo matrimonio con Gregorio Aguayo. Laura
siempre fue mui cercana a su hermano Ricardo. De manera que una de Ias raíces
principales del árbol genealógico de los Reyes (Neruda), estuvo adherida al Bio
Bio.
EI primer gran y
verdadero amor de Neruda, fue de Ia Araucanía. Estudiante de Pedagogía en
francés, en el Instituto Pedagógico de Ia Universidad de Chile en Santiago, el
joven poeta conoció y se enamoró de Ia estudiante de francés, Albertina Rosa
Azócar Soto, de Lota Alto, hermana del poeta Rubén Azócar. Albertina fue
inspiradora de Veinte poemas de amor y una canción desesperada (eI1, 12, 15,
etc.), best seller del siglo XX, un ejemplar de los cuales, en edición
bilingüe, el Presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, regaló a su esposa
Hillary, posteriormente Senadora por Nueva York, al cumplir veinte años de
feliz matrimonio (1995), un poema por cada año. La actual Secretaria de Estado,
hizo esa confesión al pisar territorio chileno en 1998. Pero, Albertina, fue
trasladada a continuar estudios en Ia Universidad de Concepción. A partir de
ese momento, Neruda le escribió 114 cartas de amor, desde Santiago, Temuco y el
Lejano Oriente. La Universidad, de Ia que era rector don Enrique Molina
Garmendia, le otorgó a Albertina, una beca de perfeccionamiento en Bélgica y de
regreso hizo clases en colegios de Concepción. Cuando Albertina viajó a
Bélgica, Neruda. Cónsul en Colombo. Ceilán, le rogó (18/12/29) que cambiara el
pasaje de regreso a Chile y fuera a su lado, para casarse con él. De paso le
aseguraba que le devolvería el dinero del pasaje y demás gastos, a (Enrique)
Molina. Antes de ese crucial momento y en varias de sus cartas dirigidas a
Netocha Neruda a Concepción, el poeta había escrito sobre Ia ciudad, ya sea
para anunciarle visitas, o que buscaría una pieza para arrendar y amoblar y
estar a su lado, o para manifestarle que creía poder estudiar en Ia Universidad
de Concepción. Pero, en momentos de depresión, el poeta alimentó sentimientos
hostiles hacia Concepción: "Ia provincia es dura", Ia ciudad es
"triste" y "detestable". Finalmente, ella contrajo
matrimonio con el poeta Angel Cruchaga Santa María, Premio Nacional de
Literatura (1948) y él con María Antonieta Hagenaar (1930). Conocí a Albertina,
el 8 de Agosto de 1970; le compré un bouquet de rosas, - que envié a mi amiga
Pamela Mewes, para su cumpleaños, - en el kiosko del "Pamela’s
Garden", que Albertina atendía, de propiedad de Delia Solimano, viuda de
Tomás Lago, con quien Neruda había escrito Anillos (1926); ubicado en calle
Moneda, frente al 1148, Albertina era muy atractiva, de bellas piernas, según
el ex alumno suyo, odontólogo Juan Rojas Pizarro, hermano del poeta lebulense,
era una "negra linda", como se dice cariosamente, mientras al poeta
Raimundo Echeverría, - enamorado de Ia joven antes que Neruda, - le había
parecido una "princesa medieval".
En México (1949),
enfermo de flebitis, Neruda selló un pacto de amor con una segunda hija del Bio
Bio, Ia chillaneja de Coihueco, Matilde Urrutia, musa de Ia poesía lírica de Ia
madurez de Neruda, Los Versos del Capitán (1952), Cien sonetos de amor (1960),
de cuando en lo político se inició el reflujo del poeta. Conocí a Matilde en
nuestra casa el año 1958, Un día sábado, habría un almuerzo en casa del doctor
Justo Ulloa donde alojaba Neruda y Matilde, con Ia participación de amigos del
poeta y de los dueños de casa. La señora Victoria Batista de San Martín, que
sabía de Ia aversión de Neruda hacia el cochayuyo, sugirió a Ia dueña de casa,
Blanca Cárdenas de Ulloa, preparar un budín de cochayuyo, que figuraba en su
recetario. Blanquita aceptó, pero tuvo un Filete mingón alternativo, por si
algo salía mal. Los demás amigos fueron alertados dela broma que se tramaba,
para sorprender a Neruda, sin que interfirieran con preguntas ni comentarios.
Blanquita sirvió el budín en porongos de greda, en los que el alga del orden de
los fucáceas - bajo una fragante capa de papas fritas en cubitos, cubiertas de
salsa blanca y queso parmesano, quedaba irreconocible. De pronto el poeta
detuvo Ia deglución, para preguntar a Ia anfitriona, de qué era el budín. Con
sangre fría, ella le respondió: "mariscos a Ia chilota". Luego, para
alegría de los confabulados, el poeta gustoso aceptó "repetirse el
plato". Entonces, Matilde, pausadamente le pregunto: "Pablo, usted
dice que no puede comer cochayuyo". EI corroboró: " sí, es lo único
que no puedo comer." Y Matilde retrucó: "se acaba de comer dos
platos, Pablo." Abismado y en medio de Ias carcajadas de sus amigos,
Neruda me buscó con Ia mirada y me espetó: " por qué no me lo
dijiste?". Luego, en su libreta de bolsillo, anotó Ia receta del budín y
Ia anécdota, que gustaba de contar a sus amigos. Muchas veces, Concepción le
ofreció Ia palabra al poeta. En el nº 4 de
Revista Atenea
(1924), Neruda inició su colaboración de medio siglo con Ia Universidad de
Concepción. Fue Ia primera revista académica nacional, que le dio tribuna;
publicó el poema "EI hondero entusiasta", que después se llamó
"Hago girar mis brazos", pórtico del libro "EI hondero
entusiasta" (1933). Desde entonces y hasta ahora, ese libro ha sido
incomprendido, vilipendiado o silenciado. AI recibir el Premio Atenea 1966, en
Ia misma Universidad, Neruda recordó Ia emoción de aquel día, de 1924, al tomar
el ejemplar Atenea, con su fragancia de bosques australes, que parecían
saludarlo; orgulloso Ia llevó bajo el brazo, para mostrarla a sus amigos. Atrás
quedaba Ia condicián de aprendiz, recogida en Corre vuela, Juventud, Selva
Austral, Siembra, Dyonisos, Ratos ilustrados, o Claridad. EI Nº 425 de Atenea
(1972), fue íntegramente dedicado al Premio NobeI 1971; reprodujo Ia
"Poesia del volantín", aparecido en el Nº 5 de Ia revista (1924).
Atenea, inició en el conocimiento de Neruda a Volodia Teitelboim, el año 1928;
fue el poema "Juntos nosotros"; Volodia lo recordó en los Anales de
Ia U. de Chile, en "Voy a vivirme" y en "Neruda 100".
Un verdadero hito
en Ia historia cultural de Chile y América, fue el "VII Encuentro
Internacional de Verano" (Enero de 1962), de Ia Universidad de Concepción,
en el que Neruda fue Ia estrella mayor. Estuvieron presentes John D. Bernal,
Carlos Fuentes, Alejo Carpentier, Mariano Picón, Oswaldo Guayasamín, entre
otras celebridades. En los diálogos se hizo énfasis en Ia lucha contra Ia
guerra, Ia carrera armamentista, Ias armas de destrucción masiva y se debatió
hondamente acerca del rol del escritorio en Ia sociedad latinoamericana.
EI sabio
norteamericano Linus Pauling, Premio Nobel de Química (1954), había abierto los
debates sobre los problemas de Ia paz mundial, a través de una entrevista de EI
Sur, del 7 de Enero de 1962. Frenar el armamentismo, decía, permitiría acortar
Ia brecha entre países ricos y pobres. Ese mismo año, Pauling fue distinguido
con el Premio Nobel de Ia Paz, por su lucha desplegada contra los ensayos nucleares.
A Neruda, -
acorde con su noción de Ia poesía como arte utilitario, - se le escuchó decir:
el que huye del mal gusto, cae en el hielo. Memorables Ias palabras finales de
Neruda, con Ias que agradeció a Ia Universidad de Concepción, que había abierto
una vez más Ias puertas y Ias ventanas, al aire del mundo, que así continuaba y
confirmaba Ia más noble tradición de nuestra Patria. Y en particular agradeció
al poeta Gonzalo Rojas, organizador del encuentro, por su amplitud, su
inteligencia, su incansable labor y gran paciencia. Lo señaló como un ejemplo
de intelectual, cuya elevación y acción están a Ia par.
La memoria de
Neruda quedó inmortalizada en dos de Ias más importantes obras plásticas del
Bio Bio. EI 21 de Agosto de 1940, Neruda legó a México, como Cónsul General de
Chile. Ese mismo día Trotsky, fue asesinado, en Coyoacán, por el agente del
NKVD, el catalán Ramón Mercader del Río, obedeciendo a una orden de Stalin.
Meses antes, el 24 de mayo de 1940, el muralista David Alfaro Siqueiros, había
participado en un fallido atentado a Trotsky, por lo que fue encarcelado. Pero,
a petición del Presidente mejicano, Manuel Avila Camacho, - para quien mantener
en prisión al afamado pintor era muy incómodo, - Neruda otorgó visa al
muralista, quien viajó a Chillán, donde pintó el mural "Muerte al
invasor", en Ia Escuela México, donada por México, tras el terremoto de
1939. La visa de ingreso a Chile, otorgada sin consulta a Ia Cancillería, le
significó a Neruda, Ia suspensión en su cargo por un mes, sin goce de sueldo.
Sin embargo, Ia Embajada de Chile en Guatemala, oportunamente lo invitó a
conocer los bellísimos bosques de ese país. Una vez libre, Ramón Mercader del
Río vivió en Moscú, donde fue ungido como Héroe de Ia Unión Soviética. Y Neruda
tuvo participación fundamental en Ia creación del mural "Presencia de
América Latina" (1965), también llamado "Interagrácion del América
Latina" del pintor mexicano Jorge González Camarena, en Ia Pinacoteca de
Ia Universidad de Concepción. Me correspondió el nerudiano deber de poner de
relieve un aspecto menos reconocible, si no desconocido, sí desatendido, del
vínculo creativo de González Camarena y Pablo Neruda, en ese mural. Hasta
septiembre del 2005, se conocía el vínculo explícito de Neruda: Ias palabras
del friso, seleccionadas por Neruda, del poema América de Canción de gesta
(1960): “y no hay belleza/ de América extendida en sus infiernos/ en sus cerros
de piedras y poderío/ y en sus ríos atávicos y eternos.” Pero, no se
consideraba, que existía otro vínculo creativo, - tanto o más importante - de
carácter implícito, entre el pintor y el poeta: Ia inspiración del mural.
Leyendo
"Para nascer he nacido", di con Ias palabras de Neruda, referidas al
mural: "Me dice el pintor que leyendo mi libro Canto General encontró el
tema de su obra. Me gustó que me lo dijera."
Días antes de que
en septiembre del 2005, Ia Universidad de Concepción celebrara los 40 años del
mural, escribí una carta al rector señor Sergio Lavanchy, a fin de que no se
dejara de mencionar, que el mural está inspirado en Canto General. En el
discurso inaugural de Ia ceremonia, - en cuya mesa de honor estaba el Senador
José Antonio Viera Gallo - el rector expresó: - "Hace algunos días recibí
una nota de don Darío Ulloa Cárdenas, a quien agradezco sinceramente sus
palabras y aporte... Darío Ulloa rescata que el vínculo creativo entre Neruda y
González Camarena no se limita sólo a ese acto (DUC - Ias palabras que
acompañan al friso), sino que el mural en su conjunto fue inspirado por Ia
lectura de Ia obra Canto General, como lo expresa el propio poeta en su obra
Para nacer he nacido, al referirse a esta creación..." Entonces escribí a
Darío Oses, por ese tiempo encargado de Ia revista "Cuadernos" de Ia
Fundación Pablo Neruda. Inmediatamente, en el número 57 de 2005, de Cuadernos,
Darío recogió palabras de Jorge Gonzáles Camarena, Pablo Neruda y del rector
Lavanchy, reproduciendo en Ia portada de Ia revista, el motivo de Ia
"fusión de Ias razas", amalgamado con el rostro superpuesto de
Gabriela Mistral; el texto fue acompañado de una vista del mismo fragmento del
mural. Y Darío citó Ias palabras de Jorge Gonzáles Camarena, sobre Ia
inspiración del mural: "Así, yendo una y otra vez, desde el espíritu
bolivariano al espíritu nerudiano, en Ia poesía de Canto General me di a Ia
tarea de componer el mural que llamo Presencia de América Latina, ordenando y
creando elementos que en su temática me proporcionarán aportes de forma
plástica, los que dieran beligerancia, en forma y contenido, a esta pintura
mural." (Publicación UdeC 1965, sobre Ia inauguración del mural Presencia
de América Latina).
Justicia poética
para el mural y para Neruda. "EI mural tiene esa reposada belleza de lo
que permanecerá viviendo más allá de nuestras vidas." (Pablo Neruda)
Arquivo Adriana - El Sur, Concepción, 8 agosto 2010